A mediados de marzo Pablo Alborán visitó la sede de la fundación Luis Olivares en el materno infantil de Málaga.
Pablo es padrino de la misma desde hace ya varios años y, como tal, ha participado en diversas cenas benéficas, actos y demás acontecimientos de ésta a lo largo de toda la geografía española.
De hecho, allá por el 2015, asistió a una de esas galas benéficas en Barcelona en la que hizo una importante donación a la fundación.
Volviendo al presente, su última visita a estos fantásticos niños fue realmente especial, y así lo quiso demostrar con distintas imágenes que compartió en su instagram.
Una de ellas es esta, en la que se puede ver a todos los asistentes a esa jornada, tanto niños como padres, junto a Pablo.
Pero la cosa no quedó sólo en imágenes, sino que Pablo también quiso compartir pequeños vídeos de ese día.
Como éste en el que todos los asistentes nos animan a donar médula. No nos cansamos de decirlo, es un pequeño gesto que no cuesta nada y que puede salvar vidas, literalmente.
También compartieron momentos entrañables y mágicos en el aula de música de la fundación, en la que los niños experimentan y dejan volar su imaginación con diversos instrumentos creando algo más que música que, además de hacerles pasar un buen rato, los ayuda a mejorar.
Y es que la música es mucho mas que sonidos que se juntan para hacer canciones, la música puede llegar a ser una gran terapia, la mejor de hecho, ya que es la que realmente traspasa las fronteras de lo físico llegando directamente hasta el alma y el corazón.
Tanto es así y bien lo sabemos que Pablo, no contento con acompañar con su voz a los niños, cogió una guitarra y comenzó a interpretar con ellos su tema “Se Puede Amar”. Sin duda una canción muy especial para un momento realmente mágico.
Esta vez fue la misma fundación la que quiso compartir el momento a través de su canal de YouTube.
Después de vivir esta jornada repleta de buenas sensaciones, Pablo siguió compartiendo instantáneas en su Instagram, pero no sólo lo hizo él, sino que también fue María Estevez la que, después de acompañar a Pablo en la visita, quiso retratar lo que sintió al conocer a, como ella dice” superhéroes, superheroínas, guerreros y guerreras que no se rinden nunca” Y no puede llevar más razón.
No hay duda de que todos/as ellos/as son unos luchadores y luchadoras que, a pesar de su corta edad, nos dal lecciones de vida que valdría la pena aplicar a nuestro día a día. Porque a pesar de los problemas y adversidades que les presenta la vida, no dejan de sonreír, creer y soñar. Y eso es lo más importante.
Y como no, un pilar fundamental para estos niños y niñas es sin duda el equipo que día tras día vela por su salud y bienestar, aunque sea dentro de un hospital.
Ese equipo también está formado por verdaderos superhéroes porque, a pesar de lo difícil que les pueda resultar a veces, muestran siempre una sonrisa a esos niños y niñas que tanto y tanto lo necesitan.
Sobra decir que son realmente especiales.
Pues también sacan tiempo para hacer manualidades que son mucho más que eso.
Pequeños objetos que transmiten la MAGIA que tienen dentro de sus corazones.
La música es realmente poderosa, eso lo tenemos claro. Pero si esa música la lleva de primera mano alguien como Pablo, lo es mucho más.
Sin duda esa visita no la olvidarán jamás todas y cada una de las personas que la pudieron disfrutar.
Y nosotros, aunque sea desde más lejos, tampoco podremos olvidar cuán mágico puede llegar a ser un lugar.
La vida se compone de momentos, así que llenemos de momentos especiales nuestras vidas y las de los demás.
